Un departamento que conserva los encantos de sus tradiciones y embellece la naturaleza con el arte de su gente, es un departamento que despierta sensaciones, es un departamento que enamora.
Los maragatos y los josefinos de todo el departamento, sentimos el orgullo de pertenecer a una tierra que encierra valores muy propios, valores que sorprenden a los visitantes cuando se encuentran ante ciudades limpias, iluminadas, prolijas, con amplios espacios destinados a la recreación, dispersión y disfrute de su gente.
Esos valores hacen que nuestra sociedad realizara históricamente una especie de culto a las tradiciones y al enriquecimiento cultural de sus integrantes.